Cuando realizamos alguna actividad es importante que dediquemos el 100% de nuestra concentración y esfuerzo a la misma, de esta manera podremos garantizar que el resultado será el mejor posible.
Antes de realizar cualquier tarea, debemos entender que nuestras acciones necesitan toda la atención para desarrollarse óptimamente, es decir que no es conveniente realizar dos procesos de forma simultánea ya que esto nos puede llevar a desconcentrarnos y realizar las labores de forma mediocre con resultados poco atractivos a los ojos de nuestros clientes.
Es vital dedicar el tiempo y energía necesarios a las obligaciones que nos son encomendadas, así sabremos que estamos trabajando a conciencia y evitaremos caer en un error muy común; creer que podemos hacer más de lo que nuestros cuerpos y mentes resisten.
Con lo anterior no intentamos decir que las personas son facilistas ni mucho menos, simplemente es una precaución que debemos tomar antes de aceptar responsabilidades de forma simultánea.
Cuando damos nuestro 100% en una tarea, evidentemente podríamos realizarla en menos tiempo y con calidad, lo que nos lleva a optimizar las horas laborales, permitiéndonos realizar muchas tareas, una a la vez.